Es una estrategia de cultura ciudadana que fomenta experiencias colectivas de creación artística, recreación y deporte en los parques de la ciudad, con el propósito de promover su apropiación, disfrute y cuidado, así como la construcción de comunidad, convivencia y respeto por el otro.

Las acciones colectivas en el arte, la recreación y el deporte son procesos comunitarios ideales para valorar la diversidad, promover la convivencia y fortalecer el sentido de pertenencia y cuidado del espacio público.

La estrategia parte de reconocer la participación como soporte fundamental de la cultura ciudadana. Es por ello que los contenidos y características de la estrategia se adecuan a las condiciones del entorno y a los deseos de las comunidades vecinas a los parques.

Por consiguiente, la estrategia inicia con el reconocimiento de los sueños, deseos, y emociones de la comunidad en talleres con diversos actores de la comunidad. Esta metodología la hemos llamado Mapas Emocionales del Territorio1: cartografías a partir de las experiencias, los sentimientos y las emociones. A través de esta metodología la comunidad cercana al parque expresa sus emociones deseos y sueños en un mapa que puede adoptar la forma de un dibujo, un tejido o un objeto.

Se formula un plan de acción corresponsable entre la Administración y la comunidad que incluyen las acciones a realizar en cada parque, de acuerdo con los siguientes componentes:

Para la ejecución de la estrategia se priorizaron 110 parques que presentaron diferentes problemas de convivencia, que son preferidos por la comunidad o que cuentan con iniciativas comunitarias para su apropiación. De esta manera, la Administración Distrital promueve, a través de cultura ciudadana, el respeto a la diferencia, la satisfacción con el entorno, la valoración de los parques y la apropiación de los espacios públicos como lugares de encuentro, de diversidad, de cuidado de sí mismo, de solidaridad y cuidado de lo público.

Según la Encuesta Bienal de Culturas (EBC) 2015, tan sólo el 6% de las personas rechazó los estereotipos asociados con diferencias de género, sexualidad, etnia o estrato. El 41% afirmó que no se relacionaba nunca, lo hacía de manera prevenida o por necesidad con personas que expresaban costumbres diferentes a la suya. Adicionalmente el 48% de las personas se sienten satisfechas con la ciudad; el 50% con el barrio donde viven y el 61% con su casa.

La EBC también señala dificultades en la apropiación y disfrute del espacio público, medido a través de las percepciones que se tienen sobre la calle. La encuesta señala que ésta es vista principalmente como un espacio de peligro (82%), un espacio de conflicto (77%) y simultáneamente un espacio de encuentro (77%). Sólo el 66% considera la calle como un espacio de expresión artística y cultural, percepción que agudiza la modesta satisfacción con la oferta cultural y deportiva en los barrios que se encuentra alrededor del 11% y 12% respectivamente.

Los datos sugieren que, en razón al rechazo a la diferencia, las construcciones culturales acerca del espacio público y el aumento de la satisfacción con el entorno a medida que los espacios son más próximos, las personas dan preferencia al aislamiento en espacios privados y pierden el valor que produce el encuentro con la diversidad, el disfrute de la ciudad y el reconocimiento del espacio público como un espacio de todos.

La percepción que tienen los ciudadanos de los parques así mismo, muestra la necesidad de fortalecerlos como escenarios propicios para el encuentro y disfrute de la ciudad. El 48% de los habitantes de la ciudad considera que los parques cercanos a su lugar de residencia no son seguros, el 44% que no están bien equipados, el 38% que no son limpios, el 28% que no son amplios y el 26% que no son agradables.

Esta multiplicidad de percepciones sobre el espacio público sugiere la necesidad de trabajar por la promoción de la diversidad cultural como una riqueza de la ciudad, una mayor apropiación y valoración del espacio público y por el cambio de las representaciones y creencias sobre el espacio público como lugar de conflicto y de peligro.

Es en este contexto que se plantea la estrategia Parques para Todos como un escenario donde se promueve el desarrollo de acciones colectivas por parte de las comunidades, a través de procesos participativos de creación artística, deportiva y recreativa, para propiciar la construcción de comunidad, convivencia y respeto a la diferencia y para la apropiación, uso, cuidado y disfrute de los parques.