Treinta años atrás, en la cima de la montaña donde se erigen hoy los barrios Santa Viviana y Santo Domingo, apenas se encontraba un par de casas. Las primeras familias que se instalaron aquí definitivamente lo hicieron tras comprar pequeños lotes a los tierreros, quienes los fueron ubicando de forma dispersa en diferentes lugares de esta montaña. Solo a medida que iban llegando más familias al lugar, los barrios actuales empezaron a tomar forma, y Bogotá y Soacha se encontraron de nuevo: Altos de la Estancia en Bogotá y Altos de Cazucá en Soacha son los nombres con los que se conoce la zona.
Los habitantes del sector fueron resolviendo las necesidades propias del poblamiento de forma autónoma, ya fuera individual o colectivamente. Abrieron calles, extendieron mangueras y redes para llevar agua y energía provisional a las casas, crearon un alcantarillado y el comercio fue surgiendo .