El combinado de Bogotá se coronó, en tiempo extra, campeón del XXXIII Campeonato Nacional Juvenil de Fútbol de Salón, que se realizó en el coliseo de la unidad deportiva Tulio Ospina en el municipio de Bello, al norte de Medellín.
El equipo bogotano se llevó el primer lugar tras vencer a la selección de Cundinamarca en la final por 3 goles a 1, a pesar de que el encuentro terminó empatado 1-1 en los 40 minutos reglamentarios. Los dirigidos por John Giraldo llegaron a esta instancia tras vencer en las semifinales al defensor del título, la selección Antioquia.
Bogotá marcó 17 tantos a lo largo del torneo y recibió 5, lo cual ubicó a su arquero, Harold Reyes, como la segunda valla menos vencida, después del antioqueño Carlos Mosquera, con 3.