
Mañana empezaremos las adecuaciones necesarias para que nuestros espacios de trabajo sean zonas seguras y podamos, poco a poco, siguiendo el ritmo que el cuidado mutuo nos dicte, empezar a regresar para seguir trabajando por la ciudad desde nuestras respectivas oficinas. En el transcurso de los próximos días, servidores públicos, compañeros, volveremos a cruzarnos en los pasillos, a saludarnos (con un gesto, con una sonrisa en los ojos), a disfrutar de esa fuerza que la presencia comunica. Asumimos el reto del trabajo en casa con compromiso ejemplar y nunca dejamos de llevar la cultura, la recreación y el deporte a cada hogar de Bogotá. Ahora, seguiremos en ello, convencidos de que crear es una forma de cuidar, y de que nuestro papel, como Secretaría, es garantizar que cada bogotano reconozca en sí mismo la capacidad de iluminar su mundo a partir de la creación.
Para asumir esta transición, este periodo de adaptación y cambio, debemos tener claras no sólo las indicaciones de seguridad y cuidado establecidas en los reglamentos y en los lineamientos, sino también algunas claves que no deberíamos olvidar. La primera es que, aunque vamos a reincorporarnos a los espacios laborales, esto no significa que dejemos de lado las medidas de cuidado que hemos establecido durante el periodo que pasamos en casa, hasta ahora hemos hecho una increíble tarea de mitigación y debemos comprender que, aunque vayamos a volver a habitar la ciudad en el recorrido de la casa al trabajo, esto no significa que el riesgo haya desaparecido. Somos responsables de continuar tomando todas las precauciones necesarias.
Hemos contado con los ciudadanos de Bogotá para implementar una medida en tres acciones sencillas que pueden ayudarnos para mantener el control sobre el desarrollo de la situación. Desde esta semana empezamos a hacer pedagogía en los territorios que se encuentran en alerta naranja a través de la implementación de zonas especiales de cuidado. Nos sumamos a esta iniciativa con programación artística y cultural porque estamos seguros, insisto en esto, de que crear es una forma de cuidar. Pero el eje central de estos esfuerzos es que todos los bogotanos interioricemos esas tres acciones mencionadas, que recogemos en la sigla L.U.S., por Lávate las manos, Usa el tapabocas, y Sepárate a la distancia de tus brazos extendidos.
Cuando regresemos, cuando volvamos a habitar nuestra otra casa, cuando recorramos de nuevo los pasillos de las oficinas, no olvidemos la sigla, no olvidemos L.U.S. y tengámosla presente especialmente porque la ciudad entera cuenta con nuestro ejemplo. Tendremos el reservado privilegio de volver a soñar juntos en el mismo espacio, de hacernos comentarios en vivo y en directo, de planear y organizar y diseñar estrategias y programas estando lado a lado con nuestros compañeros. Respondamos a eso con el compromiso que nos caracteriza, con la certeza, para todos los bogotanos, para todos los compañeros, para cada uno de nosotros, de que ponemos todo lo que está a nuestro alcance para seguir creando y para seguir cuidándonos.
Entre las reflexiones de cómo será el día después, entre las búsquedas personales y colectivas que emprendemos, entre los actos de creación cotidianos que nos ayudan a imaginar el presente, entre todo eso, no queda sino darles un agradecimiento profundo a todos quienes han estado poniendo de su parte para cuidar la salud de todos. Empezaremos mañana las adecuaciones necesarias para que pronto podamos vernos y seguir con nuestras labores. Para vernos de nuevo, para recargar la energía en el apoyo mutuo, en sabernos ahí, en ese ejercicio inmemorial de la amistad que nos permite, como sociedad, superar las pruebas más arduas y crear la belleza más sublime.