El Consejo Local de Arte Cultura y Patrimonio con la camiseta puesta para los encuentros ciudadanos, un trabajo con arte y pasión para la comunidad Martíriense.
Videos, invitaciones, visitas, inscripciones, correos, llamadas, todo convidando hacia la presentación de una localidad creadora e inclusiva, ¿quién dijo yo voy primero?, no se supo, cada uno empezó a tejer sobre la manta su idea, propuesta y hasta compromisos. No se hizo esperar el creativo, el diseñador, la actriz, el fotógrafo, la artesana, el escritor, la comunicadora, y en un momento cada participante ya tenía una obra que debía pulir desde cada sector.
Hilda Lozano de manera decisiva y con voz fuerte, pero al mismo de tiempo con un tono maternal nos recuerda que esta localidad vive un legado de sabiduría, de adultos mayores y de familias que han vivido por varias generaciones en la localidad, existe una riqueza intergeneracional y que el conocimiento de esta población no se puede perder, al contrario, debe proponerse un espacio de encuentro, creación colectiva donde esas remembranzas y experiencias inviten y den nuevos aires a la expresión de la cultura en la localidad.
Se construyó una flor como símbolo de renacimiento, alegría, inspiración de vida, fiesta, de la diferencia, que fue subida en redes,
En el aire se respira arte, en cada uno de los artistas, en las organizaciones culturales, pero es necesario el apoyo y formación a empresas y emprendimientos locales, desde aquellos que tienen sus iniciativas en una conversación o un bosquejo en un papel o que han iniciado en pequeños escenarios y que desean crecer y empezar a visibilizarse haciendo realidad sus proyectos; hasta los más versados y con experiencia que nos han sacado sonrisas, lágrimas, suspiros y porque no, nos cambiado la forma de ver la vida en matices propios y hermosos. Desde esa tarima la artista nos llegó a los más profundo de nuestros sentimientos y propuso como necesidad sentida que debe fortalecerse las pequeñas y medianas empresas, aquellas que ya llevan una trayectoria, pero que deben volverse atractivas, competitivas, con un sello en ese valor agregado que no necesite presentarse, sino que su nombre ya lo diga todo, ser un diferenciador y un motor para los nuevos retos de la localidad con los proyectos a presentar. Es darles esa importancia a las organizaciones locales culturales, buscar apoyos financieros, es abrir camino para fortalecer sueños haciendo realidad de cada uno de estos mundos de artistas.
John Bernal Consejero de patrimonio presenta su iniciativa la Plaza de las hierbas. “Es el valor y reconocimiento a nuestros ancestros, como a las practicas ancestrales, esta plaza es la única en Centro América por no decir en el mundo”, refiere que en las noches llegan de 400 a quinientos campesinos a vender sus productos, al centro de la ciudad, y bueno con tono de afirmación menciona: que esta población no hace parte del plan especial de manejo de protección. Esta esta es una localidad que debe honrar a su historia y habitantes, ancestros que de generación en generación han cultivado el arte de las hierbas hasta 4 generaciones dedicadas a la plaza y es por esto que debe garantizarse la protección y salvaguardia.
Como no quedarse extasiado admirando una figura humana en una contundente talla, en ese talento que ha forjado la piedra y que refleja la sensibilidad en la piedra plasmada por un cincel y un martillo que aunque, contundente, deja ver líneas suaves, elegantes y perfectas, que nos afirma que somos la única localidad que tenemos unos maestros marmoleros, que hay que promover su arte y recoger sus obras para que sigan contando la historia y patrimonio de Los Mártires. Es así, como también esas manos de los artesanos nos deleitan con sus obras únicas, creativas y que con orgullo portamos o exhibimos, que fueron el trabajo de horas de detalles, de amor, con distintos instrumentos por no llamar herramientas propias de cada manualidad y que su producción individual lleva a portar con orgullo en obra personal, única o un servicio que quedara por siempre en la mente.
En el grupo de artistas resalta una joven alegre y carismática acompañada de los muchachos grafiteros, que expresa que con sus manos construye lo que su mente, visualiza, crea, retrata, sueña, donde se transforman espacios lúgubres por ilustraciones coloridas y mensajes únicos. Desde el consejo se genera la propuesta construir corredores patrimoniales y circuitos que permitan la conexión de la localidad. El transitar por ella sin temores y miedos que involucran a todos los artistas locales para que maravillen a la ciudad con sus obras y así contribuir a la transformación de una localidad que ha sido rica desde su origen.
Y bueno no se nos pueden quedar los festivales, algunos creados desde finales de los 90 y es importante aclarar que deben ser visualizados como lugares de encuentro, más no de eventos y es desde ahí donde los diferentes sectores hacen presencia con sus mejores exposiciones. Si hablamos de escenarios patrimonio hay que nombrar a los floristeros marmoleros, plaza de hierbas, ropavejeros. El festival de artes, donde se reúnen todas las áreas artísticas, el festival del pueblo que es el Festival del adulto mayor, festival de hip hop y lugares de encuentro de los grupos étnicos y de las comunidades afro.
Esta fue una de las tareas del Consejo, donde se revisaron en conjunto cada una de las líneas de inversión y conceptos de gasto, como las posibilidades de Arte Cultura y Patrimonio y el impacto del sector en los encuentros ciudadanos, el cómo articular y plasmar las necesidades en cada línea de inversión y concepto de gasto, desde una historia de la localidad que ha venido tejiendo historia y un guion que se vale la pena leer y compartir con la comunidad.