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En el ámbito distrital, son 6.251 los inmuebles declarados como bienes de interés cultural y a nivel nacional, 137.
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Entre febrero de 2017 y agosto de 2021 se han evidenciado un total de 926 inmuebles afectados por posibles comportamientos contrarios a la protección del patrimonio.
El patrimonio cultural construido en Bogotá es diverso y abarca distintos periodos de la historia de la ciudad. Su origen parte desde la identificación a nivel nacional, realizada en los años 50, que permitió la declaratoria de varios Centros Históricos en el país, incluyendo el de Bogotá, al igual que algunas edificaciones localizadas en la misma zona, entre las que se encuentran el Capitolio Nacional, la Catedral Primada de Colombia, el Teatro Colón, y la Quinta de Bolívar.
Con el paso del tiempo, la mirada sobre las áreas patrimoniales fue ampliándose y poco a poco otros sectores antiguos (como son reconocidos en la actualidad), correspondientes a los núcleos fundacionales de Bosa, Suba, Fontibón, Engativá, Usme y Usaquén, antiguos municipios que fueron anexados a Bogotá en 1954, también fueron protegidos.
Al igual que el Centro Histórico, estos sectores dan cuenta de los primeros procesos de urbanización dados en la etapa colonial, donde se resalta la conformación de una traza urbana reticular, una plaza central y los edificios institucionales y de vivienda a su alrededor. Los núcleos fundacionales en su origen fueron municipios independientes de Bogotá, que contaban con su propio cementerio, iglesia, escuela y alcaldía, necesarios para su funcionamiento.
Para los años 90, el concepto de “conservación urbanística” se convirtió en una herramienta de protección y barrios desarrollados en el siglo XX, empezaron a ser valorados por su trazado urbano, sus elementos paisajísticos, ambientales y por su contribución al desarrollo de la ciudad.
A nivel arquitectónico, se amplía también la visión de protección, más allá de la arquitectura colonial y republicana para dar paso a otro tipo de edificaciones, poniendo en valor otros componentes como los antejardines, el uso de nuevos materiales como el ladrillo y piedra a la vista, el concreto y el acero, entre otros.
En Bogotá, en el 2000, se expidió el primer Plan de Ordenamiento Territorial, el cual fue modificado en 2004 y aún está vigente. Este, además de la protección a las edificaciones retoma el concepto de “conservación urbanística”, dándole un nuevo nombre: Sectores de Interés Cultural, es decir, áreas urbanas de la ciudad con unos valores históricos, estéticos, ambientales, y culturales, de relevancia entre los que se encuentran los sectores antiguos (Centro Histórico y los seis núcleos fundacionales indicados anteriormente), sectores de desarrollo individual (Teusaquillo -barrios Teusaquillo, Armenia, La Magdalena, Palermo y Santa Teresita-, Sagrado Corazón, Bosque Izquierdo, La Merced, Chapinero -barrios Emaús, Quinta Camacho y Granada-, y San Luis) y sectores de vivienda en serie (La Soledad, Polo Club, Popular Modelo Norte, Niza Sur, Primero de Mayo, Centro Urbano Antonio Nariño, Unidad Residencial Colseguros, Conjunto Residencial BCH Calle 26, Pablo VI-1 sector, Unidades Residenciales Jesús María Marulanda y Hans Dews Arango).
Es importante resaltar, que en este proceso se ha hecho necesaria su protección mediante una reglamentación que define la manera en la que pueden ser intervenidos adaptándose a las necesidades actuales, otros usos, los tipos de obras a desarrollar, así como los procedimientos y permisos para su intervención.
Desde la reglamentación nacional y distrital se han generado mecanismos de seguimiento, verificación y control de dichas intervenciones de tal manera que no afecten los valores patrimoniales por los cuales fueron declarados estos inmuebles y sectores urbanos y puedan perdurar en el tiempo para el disfrute colectivo y de las generaciones futuras.
El papel de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, SCRD
Desde enero de 2017, la SCRD asumió dicha tarea, por obras ejecutadas a partir de esa fecha, en los inmuebles declarados como bienes de interés cultural del ámbito distrital, sus colindantes, así como en los Sectores de Interés Cultural, que anteriormente era ejecutada por las Alcaldías Locales, en el contexto de su propio territorio.
Las acciones adelantadas por la SCRD van más allá de ordenar suspensiones de obras o imponer multas y sanciones, y buscan, principalmente dar a conocer a los ciudadanos que el patrimonio cultural construido existe en la ciudad, que es rico y diverso y que aporta en la construcción de identidad y sentido de pertenencia.
Para esto, se ha diseñado la estrategia “Somos Patrimonio” que ha llevado a través de distintas herramientas (publicaciones impresas, talleres presenciales y virtuales, piezas comunicativas en redes sociales, entre otros) el concepto de patrimonio cultural a la ciudadanía en general.
Es precisamente mediante estas actividades de acercamiento a las comunidades residentes en los Sectores de Interés Cultural, que la Secretaría ha podido intercambiar experiencias en talleres presenciales realizados en el Centro Histórico de la ciudad, los barrios Belén, Santa Bárbara, Las Cruces, Teusaquillo, Santa Teresita, Palermo, La Soledad, Armenia, Niza Sur, Bosa Centro, Conjuntos Residenciales BCH Calle 26 y Hans Dews Arango, Urbanización La Coruña y barrio Primero de Mayo y talleres virtuales con los barrios Polo Club, San Luis, Modelo Norte, Unidad Residencial Colseguros y Centro Urbano Antonio Nariño.
Dentro de esta tarea, se adelantan las actuaciones administrativas correspondientes, que en algunos casos han llevado a ordenar la medida de suspensión temporal de las obras, cuando se ha encontrado que éstas afectan las condiciones patrimoniales o que no se cuenta con las debidas aprobaciones por parte de las entidades competentes, mientras que en otras, se ha realizado el seguimiento hasta que el propietario y/o responsable ha acatado las recomendaciones y ha solicitado los permisos requeridos, logrando con esto, el cumplimiento de la normativa vigente y también, intervenciones respetuosas con los valores patrimoniales de estos inmuebles.
Para la SCRD es de vital importancia continuar con este proceso, que ha contado con el apoyo de las Alcaldías Locales y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, así como de la participación activa de las juntas de acción comunal, organizaciones sociales y ciudadanía en general, para que entre todos contribuyamos en la recuperación y conservación del patrimonio cultural construido en la ciudad.