Bogotá, diciembre de 2021. Reconocer la labor que realizan todas aquellas personas, que de manera desinteresada dan una mano amiga al otro con el propósito de construir un mundo mejor, es de gran importancia para la ciudad. Por eso hoy, 5 de diciembre, Día Internacional de las y los Voluntarios, queremos compartir algunas acciones de voluntariado que se desarrollan en la capital y que han permitido brindar escenarios más incluyentes y solidarios a las personas.
Acercando el arte y la cultura a la comunidad
René Avellaneda Espitia, comunicador social, productor de radio y televisión, es director general de la Fundación Arte y Cultura Cristiana de Colombia, una entidad que con 10 años de trayectoria, ha participado en diferentes programas de estímulos de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte. El propósito de esta institución es trabajar en pro del arte y la cultura con población infantil, juvenil y adulta de la localidad de Puente Aranda. Las y los voluntarios de esta fundación, ayudan en actividades como la enseñanza en diferentes áreas y así mismo, con el apoyo logístico en actividades como la gestión de recursos económicos y físicos que permiten continuar llevando arte y cultura a los habitantes de la localidad.
“La fundación cuenta con un grupo de 30 personas voluntarias, que donan su tiempo y su talento con el fin de servir a la comunidad”, comenta René. Gracias a este equipo, que participa solidariamente tanto en actividades culturales como sociales, la fundación ha podido realizar un gran número de eventos entre los que se encuentran muestras teatrales, musicales y desarrollos digitales.
Para René, el equipo está dispuesto a darlo todo sin esperar nada a cambio, pensando continuamente en el bienestar de los demás, siendo esta vocación, parte esencial de la transformación de la sociedad, “en nuestro caso, estas personas son fundamentales porque son el alma de nuestra fundación, sin su ayuda nuestra fundación no existiría”. Algunas de las personas voluntarias tienen profesiones tales como trabajo social, psicología y docencia, un grupo interdisciplinario que con experiencia y conocimiento en su campo, brindan un servicio no solo desinteresado sino también de gran calidad a la comunidad.
Consolidando la pasión por la lectura
Un grupo de 15 personas, usuarios frecuentes de la Biblioteca Pública de Bosa de BibloRed, consolidaron en el 2020 el Grupo de Amigos de la Biblioteca Pública Bosa (GAB) Guaque, conformado por jóvenes, mujeres, madres, personas con discapacidad, estudiantes, niños, niñas y personas mayores, interesados por la ciencia, el medio ambiente, las ciencias sociales, la literatura, la lectura, el arte y las actividades culturales; usuarios y usuarias que de manera voluntaria han desarrollado iniciativas y proyectos, que desde el confinamiento y hasta hoy en día, han tomado fuerza y han permitido a las y los voluntarios sentir la biblioteca como su casa, un lugar donde pueden cumplir sus sueños de resistencia, de volver a la tierra, de darle poder a la palabra ancestral y a los saberes científicos y humanos.
Para Ángela Leonor García, profesional en estudios literarios y coordinadora de la Biblioteca Pública de Bosa, “a través de este grupo, la comunidad se ha empoderado de los servicios, espacios, programas y proyectos de la biblioteca, logrando un sostenimiento más allá de las responsabilidades laborales. Las acciones bibliotecarias han tomado una fuerza diferente que exige tener en cuenta a la comunidad no solo como receptora sino como hacedora y generadora de conocimiento. Son estas personas la razón de ser de nuestro espacio bibliotecario, por eso ha sido tan importante garantizar el libre acceso a la información, a la educación y al desarrollo de la personalidad”.
Además, desde GAB se han logrado consolidar dos colectivos importantes: el colectivo ambiental y de educación popular La Maleza, y el colectivo y blog literario El Escondrijo del Topo, cada uno por su cuenta, realizando un trabajo voluntario permanente con diferentes organizaciones.
De acuerdo con Ángela, estas iniciativas de voluntariado, son importantes porque empoderan a las personas de su propio conocimiento y saberes, también permite la apropiación de espacios como las bibliotecas, lugares generadores de oportunidades para compartir y reivindicar a la familia y sus conocimientos generacionales.
También, han permitido generar vínculos, redes de apoyo y afecto, dando lugar a emprendimientos, proyectos e ideas, que pueden ser postuladas a becas, concursos y convocatorias, ampliando las posibilidades de los creadores y creadoras a descubrir nuevas oportunidades de apropiación del territorio.
Preservando las fachadas de los Bienes de Interés Cultural de la ciudad
El Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, IDPC, entidad encargada de ejecutar políticas, planes y proyectos para el ejercicio efectivo de los derechos patrimoniales y culturales de los habitantes de Bogotá, cuenta con un equipo de intervención de fachadas y espacio público, el cual tiene como objetivo la protección, conservación y preservación de fachadas de inmuebles catalogados como Bienes de Interés Cultural con el fin de generar y fortalecer la apropiación del patrimonio inmueble de la capital.
Para desarrollar estas acciones, el equipo desarrolla diferentes estrategias de intervención que permiten la conservación y recuperación de las fachadas patrimoniales de la ciudad, entre las cuales se encuentra el modelo de voluntariado, cuyo propósito es la intervención de varias fachadas durante una sola jornada en conjunto con ciudadanos, empresas públicas o privadas, que tengan la intención de colaborar en el embellecimiento de los sectores de Interés Cultural, con el fin de conservar la imagen urbana de estos territorios que son altamente representativos para la memoria colectiva del territorio.
Mildred Tatiana Moreno, arquitecta y coordinadora del Equipo de Intervención de Fachadas del IDPC destaca que “estas jornadas tienen un impacto positivo en la ciudadanía, ya que se genera un alto grado de apropiación sobre el patrimonio construido, pues participan no solo las y los voluntarios, si no también, quienes habitan estos inmuebles”. Mildred destaca que todas estas actividades cuentan con el acompañamiento de profesionales, quienes garantizan la correcta intervención y ejecución de actividades.
Por medio de la estrategia de voluntariado, el IDPC ha logrado la gestión para la intervención de aproximadamente 630 fachadas desde el 2016 a la fecha, dentro de las cuales, durante el año 2021, se adelantó junto con la Secretaría de Seguridad, el embellecimiento de 13 inmuebles en Belén, así como en sectores como La Concordia, Las Cruces, La Candelaria, entre otros barrios del Centro Histórico de la ciudad.
Para Mildred, estas acciones de voluntariado son muy importantes porque “ser voluntario significa estar dispuesto a dedicar una parte del tiempo a acciones de interés colectivo y en beneficio del otro, convirtiéndose en un medio que permite dar respuesta a las necesidades, problemas o intereses sociales de la ciudad de manera solidaria”.
Es por esto, que el rol de las y los voluntarios es fundamental para el desarrollo de proyectos en Bogotá, iniciativas que continúan aportando y construyendo una ciudad más cuidadora del otro y solidaria con la comunidad.