- La encuesta de “Lectura, Escritura y Oralidad y espacios de lectura” realizada en 2022, reveló que la pandemia cambió los hábitos lectores de las y los bogotanos.
- El informe identificó cuatro tipos de comunidades lectoras y la diversificación de prácticas, formatos y espacios de lectura.
- El estudio fue diseñado por el Observatorio de prácticas de lectura y escritura de la Escuela de Lectores de BibloRed y aplicado por el Observatorio de Cultura Ciudadana de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.
Según los resultados de la encuesta de Lectura, Escritura Oralidad y espacios de lectura de Bogotá, diseñada por el Observatorio de prácticas de lectura y escritura de BibloRed y aplicado por la Dirección Observatorio y Gestión del Conocimiento Cultural de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, entre el 2021 y el 2022 el índice de lectura de los bogotanos y bogotanas fue de 4.6 libros al año, tanto en formato digital como impreso.
Por su parte, el índice de lectura de la población exclusivamente lectora fue de 7,2, este indicador surge de una encuesta exclusiva sobre los diversos hábitos lectores de la población bogotana, en la que se abordaron únicamente prácticas y hábitos lectores relacionadas con la lectura, la escritura y la oralidad, un estudio que se da por primera vez en Bogotá y que tuvo como referente la Encuesta Nacional de Lectura, Enlec.
“Los resultados del estudio permiten concluir que la pandemia trajo consigo cambios en los hábitos lectores que se han traducido en un aumento en los índices de lectura en la ciudad, los cuales también se han evidenciado en otros países como España y Chile. Las y los bogotanos leen más y en diversos formatos, un indicador que nos permite pensar en las múltiples posibilidades de construir a través de la lectura, desde la empatía, la conciencia crítica y la curiosidad”, dijo Nicolás Montero, secretario de Cultura, Recreación y Deporte.
El informe, igualmente, permitió la caracterización de cuatro comunidades lectoras:
- La primera, compuesta por aquellos que leen por gusto, es decir, quienes relacionan la práctica lectora con el placer y el tiempo libre, los cuales corresponden a un 36% de los encuestados.
- La segunda, aquellos que leen por cultura general, es decir, que relacionan la práctica lectora con la adquisición de conocimientos universales y que componen el 12%.
- Una tercera comunidad de lectores, constituida por quienes leen debido a necesidades relacionadas con el trabajo o las actividades académicas, y que agrupa a un 33%.
- La cuarta, correspondiente al 19% de los encuestados, quienes manifestaron que leen por múltiples propósitos como informarse, crecimiento personal, aprendizajes prácticos, entre otros.
“Contar con una caracterización de estas comunidades permite la identificación de los lectores y sus necesidades, y le da soporte a las múltiples acciones que adelantamos para fortalecer la creación de lectores por gusto y con sentido crítico, desde la diversidad en el acceso a los espacios de lectura en la ciudad”, explicó Consuelo Gaitán, directora de BibloRed.
A su vez, el espacio más reconocido para leer por parte de las y los encuestados en los barrios y las localidades son las bibliotecas públicas con un 47%, seguido por las casas de cultura con un 25%. En estos escenarios, las actividades más demandadas por la ciudadanía, con un 55%, son las relacionadas con la lectura y la escritura.
Finalmente, se identifica una diversificación de las habilidades lectoras, que resulta en lectores que se mueven tanto en el formato digital como análogo. “Es necesario seguir fortaleciendo el cerebro binario, como lo explica la doctora Maryanne Wolf, a través de lecturas multimodales y formatos mixtos, lo cual constituye una enorme oportunidad para proporcionar información, conocimiento y entretenimiento a través de diferentes medios e instrumentos: desde el libro, pasando por el audiovisual y otros formatos sonoros”, mencionó Diana Guzmán, directora de la Escuela de Lectores de BibloRed.
La apuesta por seguir aumentando los índices de lectura en la ciudad, se da desde múltiples acciones adelantadas por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, y BibloRed, desde la apertura de nuevos escenarios culturales como bibliotecas y espacios alternativos de lectura o la instalación de códigos QR en el sistema de transporte público Transmilenio, que dan acceso a más de tres millones de recursos de la Biblioteca Digital de Bogotá, hasta la vinculación de prácticas lectoras en otros proyectos y programas de la Alcaldía de Bogotá, y la creación del Sistema de Bibliotecas de Bogotá, que conecta espacios bibliotecarios públicos, privados y comunitarios para que más ciudadanos y ciudadanas vinculen en su día a día la lectura; propósito principal del Plan de Lectura, Escritura y Oralidad: Leer para la vida.