Foto: Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo
El 26 de mayo de 2010, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo abrió sus puertas con el propósito de ofrecer una programación de calidad dirigida a todos los colombianos. Durante estos seis años ha presentado una selección de los mejores espectáculos de Colombia y el mundo en Bogotá.
“Este espacio para la cultura y el arte en Bogotá, que beneficia a millones de habitantes de las localidades de Suba y Usaquén, además de ser una maravillosa obra arquitectónica, es un ejemplo de eficaz colaboración entre los sectores público y privado”, asegura María Claudia López, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá.
La gestión del Teatro ha sido exitosa gracias a los aportes de la Administración Distrital, a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deportes e Idartes, y de la familia Santo Domingo. De igual manera, al apoyo de entidades como el Ministerio de Cultura y aliados privados como Bancolombia, Caracol, Sura y Protección, entre otras empresas que han hecho posible diversos proyectos.
“Junto con la oferta artística de primera calidad, el Teatro ha venido implementando programas que apuntan a la formación de nuevos talentos, el acceso de nuevos públicos y el desarrollo de programas sociales como Cien mil niños al Mayor, que ha permito la asistencia de 142.489 estudiantes de colegios del Distrito de las 20 localidades de Bogotá y de instituciones públicas de municipios de la Sabana”, afirma Ramiro Osorio Fonseca, director del complejo de teatros.
Otro de sus programas es Teatro Digital, que busca garantizar el acceso de todos los colombianos a los mejores espectáculos, en tiempo real y de manera totalmente gratuita, desde un computador, dispositivo móvil o a través de las transmisiones de Canal Capital.
En la línea de formación, el Teatro puso en marcha Alma en movimiento, iniciativa que nace de la alianza con Bancolombia y que busca fomentar el desarrollo de la danza en Colombia, con el objetivo de profesionalizar este arte en el país.
Por último, proyectos como el Festival Internacional de Música de Bogotá han permitido posicionar a la capital como epicentro de la música clásica. Bogotá es Beethoven, en 2013, contó con 33.102 asistentes y Bogotá es Mozart, en 2015, con 44.000 espectadores.
