
Muchas labores contempla la vocación de la creación literaria y en cada una de ellas dejó sus enseñanzas Julio Paredes, quien falleció la noche de ayer y a cuyo reconocimiento nos sumamos junto a medios de comunicación, universidades, entidades públicas, bibliotecas y, sobre todo, los lectores y las lectoras a quienes su obra entregó universos por habitar, y los estudiantes y las estudiantes a quienes su guía abrió nuevas formas de mirar la literatura y las artes.
Ganador el año pasado del Premio Nacional de Novela del Ministerio de Cultura, con la obra “Aves inmóviles”, Paredes demostró en múltiples ocasiones que el lenguaje puede ser el escenario donde conversamos con nuestras grandes dudas, y abordamos las inquietudes donde se fundamenta lo humano. Lo inevitable de la muerte, el conflicto de la memoria, la profundidad y la paradoja de los afectos, la búsqueda incesante de la belleza; a través de su obra Paredes continuará compartiendo con cada uno y cada una sus hallazgos, sus certezas y las dudas necesarias para que imaginemos otros mundos posibles.
Durante seis años, entre el 2006 y el 2012, Paredes fue editor de “Libro al viento”. Leer las obras publicadas bajo su tutela y selección es otra forma de recordarlo y de sumar nuestra capacidad de crear leyendo al homenaje con que lo despedimos. Sea su voz y su capacidad de crear inspiración para todos los bogotanos y todas las bogotanas, para que sigamos narrando el universo con similar claridad y equivalente belleza.