Por: Nicolás Montero Domínguez
Sabemos que pertenecemos a una ciudad, y que una ciudad nos pertenece, cuando los escenarios de su cotidianidad se entretejen con la narrativa de nuestra memoria. Un día nos sorprendemos mirando con atención un árbol y recordando que ahí, bajo su sombra, tuvimos una de las conversaciones que cambió nuestras vidas; en alguna esquina dejamos olvidado un rencor cuando conseguimos hacer las paces con alguien que nos había hecho daño; recorrer esa calle es volver a vivir la fuerza de un cariño cuya efímera certeza todavía nos hace sonreír; y en ese parque, ante la mirada orgullosa de quien nos esperaba afuera de la cancha, marcamos un gol imposible con el equipo del barrio. Habitar con profundidad una ciudad significa narrarnos en sus escenarios, y por eso los resultados de la última encuesta de Prácticas Deportivas y Recreativas deben alentarnos a seguir creando una Bogotá que podamos llenar de memorias.
No sólo hemos comprobado que vivir el espacio público desde el deporte y la recreación es crucial para las y los bogotanos, datos que reiteran el trabajo sostenido del Instituto Distrital de Recreación y Deporte, el Observatorio y Gestión del Conocimiento Cultural de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, sino que además nos permite mirar, con una perspectiva más clara, cuáles son las potencialidades de los parques y los escenarios deportivos en términos de cuidado y fortalecimiento del tejido social: nos permite visualizar la gran cantidad de personas que considera esenciales en su vida espacios para el encuentro desde la presencialidad que dialoga y construye lado a lado.
La ciclovía, los parques del Sistema Distrital, los parques de los barrios, los equipamientos deportivos: todos estos escenarios son habitados y reconocidos por la ciudadanía. Habitarlos contribuye a la salud, tanto la física como la mental; crea un sentido de pertenencia basado en reconocer su belleza como espacios colectivos; y repara o ayuda a reparar el tejido social que el aislamiento de los años anteriores consiguió afectar. En ese sentido, apostarle a que estos escenarios se fortalezcan, creerle al poder transformador de la cultura, la recreación y el deporte, y establecer nuevos mecanismos para que todos y todas podamos estar en ellos es una de nuestras apuestas más firmes.
Crear desde el deporte y la recreación una ciudadanía que se narre y se encuentre en la ciudad, una ciudadanía que atesore vínculos firmes con otras personas y con su territorio, una ciudadanía que se entienda a sí misma como una comunidad múltiple y diversa en sus expresiones y en sus búsquedas. Eso también se ve en la encuesta. Eso también es motivo de celebración y de compromiso. Celebrar que está ocurriendo, comprometernos a que su belleza se multiplique.