
#DetallesQueSalvan
Uno de los más grandes aprendizajes que dejan los procesos creativos es que una obra (sea gráfica, sea audiovisual, sea escrita, sea como sea) no está nunca terminada del todo, y que a lo largo de su historia, del contacto con las comunidades, de la vida, irá sumando experiencia que le permitirá cambiar, ajustarse, adaptarse para conseguir siempre mayor belleza y mayor verdad. Otro de los grandes aprendizajes que dejan los procesos creativos es que la diferencia entre una creación regular y una obra maestra está en los pequeños detalles, en las cosas leves y sencillas que quizás podrían pasar desapercibidas pero que llevan en su centro toda la grandeza. Aprender en el proceso y cuidar los detalles, de esos dos aprendizajes de la creación debemos valernos hoy cuando nos invito a hablar de Detalles Que Salvan.
Durante el año anterior aprendimos muchísimo sobre el comportamiento del COVID-19, a nivel mundial y en Bogotá tuvimos que irnos ajustando a los nuevos hallazgos, modificando nuestras rutinas y nuestra vida cotidiana en la medida en que nueva información se sumaba a la existente, para perfeccionar siempre las formas del cuidado. Hoy, desde todo lo aprendido, hemos enfocado nuestros esfuerzos en tres comportamientos que nos permitirán ser lo más efectivos posible al momento de cuidar nuestra vida y la de los demás, para que podamos seguir retomando el ritmo de habitar la ciudad y disponiendo todo para la reactivación económica, la creación comunitaria, el encuentro y la vida en común. Esos tres comportamientos son nuestros detalles que salvan, y son medidas sencillas, que cualquiera puede llevar a cabo, y que seguro podremos cumplir.
Detalles que salvan: usar bien el tapabocas adecuado, eso es, que cubra boca y nariz, que se ajuste al rostro de cada uno, y en especial en lugares cerrados, como la oficina o el trabajo. Detalles que salvan: mantener abiertas ventanas y puertas para garantizar una buena ventilación, para que haya siempre aire nuevo llenando los espacios y así los aerosoles que respiramos no se acumulen potenciando el contagio. Detalles que salvan: evitar reuniones y fiestas con personas por fuera del núcleo con el que convivimos, en una encuesta reciente de cultura ciudadana, el 23% de los ciudadanos cree haber sido contagiado durante la visita de un familiar, es normal que queramos vernos y estar cerca, pero necesitamos un último esfuerzo, todos, para seguirnos cuidando.
Bogotá ha conseguido cosas grandiosas, ha demostrado que es una ciudad cuidadora y creadora, el año pasado hubo siempre lecturas porque las bibliotecas siguieron llevando historias a cada hogar, hubo danza y música porque con el IDRD y la Filarmónica acompañamos las tardes desde las ventanas abiertas, hubo estímulos que promovieron las creaciones que se conectaban con sus comunidades y nos ayudaban a cuidar desde el arte la vida. Y hubo aprendizajes, y en honor a esos aprendizajes, y confiando en que cada ciudadano y cada ciudadana está dispuesto a poner todo de su parte, es que ahora sabemos que con estos detalles que salvan podemos seguir avanzando.
Cuida estos detalles, cúmplelos, recuérdaselos a los demás, que esta gran creación que es Bogotá siga enriqueciéndose, constantemente, con el aporte de todos. En nuestras manos están los #DetallesQueSalvan.