
Por Nicolás Montero Domínguez
Secretario de Cultura, Recreación y Deporte
La nueva realidad nos habla de nuevos encuentros, de otras formas de concebir nuestro papel como creadores en una sociedad que cuenta con nuestra creación para comprenderse, para dialogar, para ahondar en sus relaciones y en su imaginación. Como parte de la reactivación del sector, diez de las localidades de Bogotá priorizaron la inversión en cultura, recreación y deporte. Eso significa que cuentan con la creación para promover el encuentro, para enriquecer la experiencia de la vida, para acompañar la cotidianidad ayudando a transformarla. No es pequeña la responsabilidad que los creadores recibimos con el honor que significa. No es pequeño el compromiso que adquirimos con cada ciudadano, con cada ciudadana, que cuenta con nosotros.
Durante las últimas semanas hemos recorrido las localidades con el proyecto Es Cultura Local, para abrir la conversación sobre la importancia de la creación, sobre la responsabilidad de los creadores, sobre la cotidianidad de la cultura en cada aspecto de nuestras vidas ciudadanas. Abrimos conversaciones para que los ciudadanos se comprendan en el centro del proceso, sepan que cada gesto de creación parte de ellos y debe retornar a ellos como herramienta, como aprendizaje que dignifique sus vidas y les haga más libres, más capaces de reconocerse en los demás. En este periodo de conversaciones cada territorio nos ha recibido con apertura, con la disposición despierta para tejer procesos que nos conecten a todos los implicados en el acto creador.
Las comunidades, las alcaldías locales, los gestores culturales, los ciudadanos, cada protagonista ha estado allí, y en ese diálogo, en esa conversación (que empezó al comienzo de los tiempos y seguirá ocurriendo cuando todos nosotros hayamos partido), hemos podido constatar, de nuevo, hemos podido volver a ver lo que es desde el comienzo nuestro norte, la certeza que nos traza un camino y nos ayuda a no perder el foco de esta propuesta cuyo centro es reconocer que en Bogotá todos somos creadores: hemos visto que la creación, la cultura, la recreación y el deporte configuran en los territorios espacios de reconocimiento mutuo ciudadano que son a la misma vez una guarida, un faro y un jardín.
Guarida porque nos ayudan a cuidar lo mejor de nosotros mismos, a mantenerlo acompañado, vital, dispuesto a creer en la vida. Faro porque en la comunidad se convierte en guía, en luz que ayuda a fijarnos metas, destinos, puntos de referencia a lo largo del viaje. Y jardín, porque tanta belleza, tanta esperanza, tanta paz, son testimonio de que toda semilla, toda apuesta en creación dará siempre sus frutos y sus flores.
Trabajar por esto, propiciarlo, es tarea de cada ciudadano de Bogotá, y lo hace cuando incorpora a su cotidianidad la creación. Lo hemos hecho, lo seguiremos haciendo, y cada hogar se escribirá desde el cuidado, la luz y la belleza.