Durante el 2015 la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte desarrolló una serie de discusiones con el objetivo de analizar y revisar las Políticas Culturales 2004 – 2016, las cuales se encuentran ad portas del cumplimiento de su vigencia.
Estas políticas “se encargaron de entender que el campo cultural es un campo social que no está exento de conflictos originados por los diversos intereses de sus actores. [...] Que los sectores sociales imaginan y transforman sus realidades cotidianas y trascendentales, establecen relaciones con otros y mutuamente modifican las percepciones y prácticas que les impiden cohabitar pacífica y democráticamente en un mismo territorio social y físico”.
Quizá uno de los mayores logros de dichas políticas fue el reconocimiento de que en la ciudad coexisten culturas diversas y heterogéneas, y que la función del Estado consiste en garantizar las condiciones para el ejercicio efectivo de sus derechos culturales. Su principal punto de atención se centró en el establecimiento de campos y dimensiones que velaran por la integración de diálogos entre el nivel nacional y distrital, particularmente atendiendo las acciones encargadas por la Ley General de Cultura.
Así, desde la entidad se conformó un comité para el desarrollo de una estrategia que consolidara una propuesta para la construcción de las Bases de Políticas Culturales que aporten a la formulación de las políticas propiamente dichas durante el 2016. El comité se conformó por la Secretaria de Despacho, asesores, directores de área y jefes de oficina de la entidad cabeza de sector, así como con expertos académicos invitados y vinculados, cuya trayectoria y conocimientos se enfocan en el desarrollo de políticas culturales y su relación con aspectos como las prácticas artísticas, culturales, patrimoniales y la paz, como punto coyuntural del momento histórico actual de la nación.
El Comité responsable de la discusión se enfrentó con una serie de retos que demandaban, por un lado el reconocimiento de los logros y alcances de las Políticas Culturales 2004 – 2016, y por otro, las exigencias de las actuales dinámicas de ciudad en donde la cultura es un concepto complejo y multidimensional que demanda una política pública.
La discusión sobre la construcción de las bases de política cultural se trasladó a los territorios, a escenarios como consejos de cultura, cabildos, universidades y demás espacios que constituyeran la oportunidad al diálogo de saberes, el tejido comunitario y a la construcción colectiva.
No obstante, dada la complejidad del proceso y teniendo en cuenta que el vencimiento de las Políticas Culturales 2004 – 2016 aun no procede, por su actual vigencia, el Comité decidió establecer una estrategia que logrará avanzar en los procesos de discusión de ciudad, acogiendo lo establecido en el Decreto 689 de 2011, en cuanto al establecimiento de una metodología que lograra propiciar consensos y disensos respecto del devenir de una política pública cultural en Bogotá.
Se determinó que el propósito de este esfuerzo no busca establecer la estructura de la Política Pública Cultural para el próximo decenio, sino propiciar un lugar de emergencia de las sensaciones, posturas e ideas frente a lo que debería contemplar una política pública en cultura, en tanto este ejercicio se constituye como un aporte a la labor que debe adelantar la administración de Enrique Peñalosa, cuya responsabilidad para 2016 será formular la política propiamente dicha.
Para leer el informe final completo sobre la construcción de las Bases de Políticas Culturales 2016-2026, haga click aquí.
Por: Daniel Sánchez