
Recientemente, el Principito visitó a una niña durante el encierro para ver cómo estaba, tal como lo hizo hace décadas con un piloto perdido en el desierto. No estuvimos allí para escuchar lo que discutieron los dos, pero tal vez puedas imaginar su conversación.
¿Crees que tuvieron tiempo de hablar sobre sus miedos, sus sueños o sus esperanzas para nuestro planeta? ¿El Principito compartió con ella algo de su sabiduría mágica? ¿Quizás le contó lo que ha estado haciendo desde la última vez que supimos de él?
Anota y envíanos la conversación que imaginas. El próximo 24 de enero, en el Día Internacional de la Educación, compartiremos en todo el mundo algunas de las historias más inspiradoras para celebrar la juventud y la creatividad.
Se trata de una iniciativa de la Red de Ciudades Creativas Unesco.
Si estás interesado en participar, puedes inscribirte aquí.