Hay en el graffiti un espíritu de afirmación, está también la denuncia y el reclamo, acompañado por la complejidad de las formas y el gozo estético. En estos el protagonismo del color, el despliegue de las figuras, y la búsqueda de impacto, son evidentes. Hay además otra ambición, la de recordarnos, que los espacios de lo artístico, están presentes en nuestra vida diaria, sin que para ello tengamos que elevarnos a lugares reservados para unos cuantos.
Distrito Graffiti, presente actualmente en la localidad de Puente Aranda, es un ejemplo de estos últimos. En las paredes grises, de una de las zonas más industriales de Bogotá, (Calle 5c con carrera 53f), se despliega la obra de 21 artistas urbanos del país y de otros lugares del mundo. Está por ejemplo Pez, artista barcelonés que reconocemos por sus peces siempre sonrientes. Está Flip, grafitero/arquitecto que desde el Brasil trae un enorme trazado tótem, y el mexicano Farid Rueda que crea a punta de color visiones fantásticas, todos estos entre otros extranjeros que se dieron a la tarea de colorear las paredes de la fabrica de Postobón. Entre los nacionales, están el padre y el hijo, Gustavo Vejarano y Chanoir, quienes lado a lado conversan entre gamas ácidas y movidas. Gustavo Vejarano, tiene una trayectoria de muchos años atrás, el mismo se denomina un muralista más que un grafitero, por su formación, recorrido y sobre todo por los temas que se apuntan en sus obras. Se encuentran también los colectivos: A tres manos y Cazdos, y los artistas urbanos Vital y la Plaga, que vienen de Cali y Medellín respectivamente.
Durante la última semana de octubre, todos estos artistas intervinieron la entrada al barrio San Rafael, y entre tanto el diálogo con los habitantes de este, inició. Se trata de un corredor habitual para aquellos que transitan hacía o desde de la parada de transmilenio aledaña (AV. Américas - KR 53), así que de alguna forma significó una ruptura para los transeúntes, (y conductores) que atravesaban esta calle, una ruptura agradable como escucha uno decir a los que van y vienen. El señor Luis Ernesto Díaz, habitante del barrio desde hace más de 50 años, manifestó con mucho entusiasmo el gusto que le daba ver este tipo de expresiones en un lugar tan invisible de su localidad “… yo era hippie, y hacía esto mismo en las paredes de mi casa, me da mucha alegría saber que ahora es una cosa reconocida, que se hace afuera y para la vista de todos, sobre todo por aquí que es tan industrial…”.
Madres de familia empujando sus cochecitos se detienen, se sonríen y retrasan el paso, se admiran de la pericia de los artistas para pintar cosas tan grandes, para manejar los spray. La admiración se replica en los varios jóvenes que empiezan a fotografiar el proceso de la pintura, algunos se quedan para ver como de un trazo nace un espantajo curioso que ocupará todo un muro, o cómo con una fotografía en mano, el artista urbano español Sabotaje al montaje, va prefigurando un retrato a gran escala que nos mira afable. Y de esta manera tan encantadora, los habitantes de San Rafael, tienen un episodio estético que alegra su mañana y cambia en algo su día.
Distrito Graffiti, se lleva a cabo por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y por el Instituto Distrital de las Artes –IDARTES-, y tiene como finalidad promover el arte urbano responsable y contribuir al reconocimiento de la localidad como un referente turístico. La invitación es a transitar por la calle elegida y a disfrutar del color y la expresión que estos muros podrán transmitir.