La historia de Rosa Murillo es la metáfora de miles de afrodescendientes: llegan a Bogotá para construir una vida con oportunidades, pero sin olvidar la cultura ancestral de su territorio. Con su proyecto ‘Los niños de Usme saltan, cantan y bailan’ fue merecedora de la Beca Decenio Afrodescendiente que entrega la SCRD. Hoy, 21 de mayo, Día Nacional de la Afrocolombianidad, exaltamos su legado.
Todos en Usme la llaman la tía Rosa. Saben que es chocoana, que carga la sencillez como moneda suelta en los bolsillos y que detrás de esa risa encendida con que saluda siempre, hay una guerrera que completa más de una década en la fría Bogotá luchando para que las nuevas generaciones de afrodescendientes no pierdan la esencia de su raza, el vínculo con el territorio de sus ancestros.
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