Las SALAS DE TEATRO DE LA LOCALIDAD DE CHAPINERO, a lo largo de la historia cultural bogotana, se han conformado como uno de los espacios más importantes del quehacer teatral de la ciudad a nivel de la circulación, la creación, la investigación y la formación de las artes escénicas.
Resultado de una compleja serie de interacciones entre aspectos sociales, artísticos, políticos y oficiales, las SALAS DE TEATRO DE CHAPINERO no solo son infraestructuras ubicadas en la ciudad o en la ruralidad, sino espacios que tienen una historia, una vocación, un público objetivo y una propuesta estética que refleja la diversidad y el dinamismo creativo de una localidad como la nuestra.
Prueba de ello es que las salas de la localidad se han convertido en el espacio preferido por la familia bogotana para compartir de múltiples y variados espectáculos, pues -indudablemente- las obras que nutren semanalmente la programación de teatros como HILOS MÁGICOS o TEATRIDANZA contribuyen a la modificación de hábitos, comportamientos, actitudes e imaginarios acerca de sí mismos y de los otros. Reconociendo la importancia del arte dentro de la educación como un acto que nutre el intelecto, el sentido estético, la capacidad de análisis y la inteligencia emocional del individuo.
Por otra parte, salas como el TEATRO DE GARAJE le permiten al público joven de la ciudad establecer contacto con las nuevas propuestas del arte vivo en lo que refiere a la danza contemporánea, el happening, el performance (entre otras prácticas); promoviendo experiencias estéticas que rompen con la distancia entre el escenario y el público y, convirtiéndose así, en espacios que suscitan en el espectador una comprensión más completa y novedosa del fenómeno artístico, ya que la esfera intelectual se complementan con una lectura emocional y sensible de la obra de arte.
Ahora bien, en lo que respecta a los retos y metas que nos propone el posconflicto, salas como el TEATRO LIBRE o el TEATRO LA MAMA son los escenarios preferidos por el público para conocer el trabajo que realizan agrupaciones de teatro bogotanas alrededor de la recuperación de la memoria histórica, obras que dan cuenta del horror que hemos vivido, pero que son un instrumento invaluable para restablecer la dignidad de las víctimas, así como una herramienta para preservar en nuestra memoria individual y colectiva los relatos y los acontecimientos que no podemos dejar que se repitan.
En otro orden de ideas, salas como el TEATRO R101 o la SALA SONIA FAJARDO reciben a grupos teatrales de otras regiones y los ponen en sintonía con líderes de mercados nacionales e internacionales contribuyendo, de esta manera, al desarrollo de estrategias para la empleabilidad y el mejoramiento de la calidad de vida del artista dedicado al teatro, así como promoviendo la revitalización de la escena bogotana con nuevos y talentosos exponentes.
Y no podríamos cerrar este sucinto compendio sin mencionar la importancia y el impacto del TEATRO NACIONAL con la organización del FESTIVAL IBEROAMERICANO DE TEATRO DE BOGOTÁ, quien ha programado a las más importantes agrupaciones nacionales e internacionales del arte dramático, dando lugar a que la localidad sea identificada como epicentro del desarrollo de hábitos de consumo cultural.
En síntesis, las SALAS DE TEATRO DE CHAPINERO son el testimonio de varias generaciones de gestores culturales y artistas dramáticos que han logrado construir, habitar, administrar, programar, transformar y mantener en el tiempo unos escenarios que han promovido la formación sensible de un sinnúmero de bogotanos bajo un enfoque diferencial[1], de públicos diversos que ven en el teatro un instrumento para la transformación social.
[1] Se entiende por enfoque poblacional diferencial a “la estrategia que permite disminuir brechas de desigualdad existentes en algunos de los sectores sociales, etarios y grupos étnicos que habitan la ciudad, mediante la promoción de la diversidad, la autonomía y el ejercicio de interculturalidad de las ciudadanas y los ciudadanos, a partir del reconocimiento de sus particularidades” Texto tomado del documento LINEAMIENTOS PARA IMPLEMENTAR EL ENFOQUE POBLACIONAL DIFERNECIAL. Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, PÁG. 26, 2014