Oídos del Camino es un periódico que pretendió mostrar la calle, no como un problema sino como una realidad, dando cuenta de lo bueno y de lo malo que allí sucede y que resulta ser el hogar de muchas personas. Esta experiencia significativa, que no tuvo una sostenibilidad en el tiempo, es un ejemplo de cómo el arte y la cultura son herramientas de transformación social, en la que también se sensibiliza a la sociedad y se construye ciudadanía con habitantes de calle. En el proyecto, un primer momento era el acercamiento con el habitante de calle, especialmente aquellos que transitan por los centros de acogida u hogares de paso de la ciudad. En palabras del director del proyecto: "los habitantes de calle siempre quieren y tienen algo que decir o algo que contar". Este primer momento incluyó también la realización de talleres literarios en los que cada participante encontraba la forma de lo que se quería contar, bien sea poesía, relato, cuento, etc. El segundo momento era la selección de los mejores textos producidos durante los talleres buscando variedad de formatos.