EL ARTE NO TIENE SEXO
La declaración universal de los derechos humanos aprobada en 1948 dice en el artículo 27 “Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar del progreso y de los beneficios que resulten”
La cultura factor relevante de expresión al pensamiento creador, que todo individuo tiene dentro de sí mismo. La mujer se caracterizo por la desigualdad social y la representación artística, permaneció en el anonimato, el poder cultural era administrado por el hombre. A partir del siglo XVIII en Europa se empiezan a conformar las primeras academias de arte, donde la figura femenina dialogaba en el silencio creativo de su obra y ante el temor de ser rechazada por la sociedad, firmaba con seudónimos.
Durante siglos el sexo femenino no participó en el fortalecimiento de una sociedad, ya que su labor o tarea era netamente domestica y fue rechazada del campo investigativo.
A partir del siglo XX la mujer empieza a obtener, derechos civiles y políticos y se empodera de las esferas que fueron negadas. A finales de la década de los años 60 y en el otoño de 1970 con la Revolución femenina se instala en París la primera asamblea de arte general con la presencia de otros países con una sola consigna “Luchar contra la opresión” y se fue abriendo un campo al arte y la cultura
Hoy la mujer tiene derecho a la participación directa a la sociedad y al conocimiento, determinando un aporte solido y trasformador al mundo del arte creador.
“SOLO CERRANDO LAS PUERTAS DETRÁS DE UNO, SE ABREN VENTANAS HACIA EL PORVENIR”
Françoise Sagan
Lucero Moreno Gómez
Consejo de cultura
Candelaria Bogotá