Descripción:
Carlos Villa nació en Cali hace 74 años, pero creció en Cartagena. A los 7 años viajó a Filadelfia (Estados Unidos), donde estudió en el Curtis Institute of Music, bajo la cátedra de los maestros Veda Reynolds, en violín, y el célebre pedagogo Iván Galamian. “En esta institución, una de las mejores del mundo, no se entra pagando, se accede únicamente por beca y talento”, recuerda el músico.
Después de su graduación viajó a Zurich (Suiza), donde recibió clases particulares del violinista Yehudi Menuhin. “Con él hablábamos de música, política, literatura, idiomas y hacía énfasis en la disciplina que toda persona necesita para salir adelante y servir a la comunidad. A lo largo de mi carrera me he encargado de replicar esos conocimientos”, dice.
En 1967, Otto Klempere, una de las personas que más ha influenciado la vida profesional de Villa, lo designó concertino de la Nueva Filarmónica de Londres, cargo que ocupó durante cinco años. Durante ese tiempo compartió escenario con directores como George Szell, Seiji Osawa, Daniel Barenboim, Sir John Barbirolli y Sir Adrian Boult, entre otros.
En 1973 se convirtió en director de orquesta y concertino de la Camerata Académica de Salzburgo (Austria), con la que recorrió Europa, América del Sur, Australia y parte de Oriente. Debido a sus estrechos vínculos con la Orquesta Filarmónica de Bogotá, en 1977 fue nombrado director titular y posteriormente invitado como solista. Ese mismo año se radicó en Nueva York, donde se convirtió en miembro de la Filarmónica de Brooklyn, la Filarmónica de Westchester y de la American Composer's Orchestra.
Desde 2014 viaja constantemente a Colombia y actualmente trabaja como director artístico de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Bogotá. Bajo este desafío, seleccionó a 40 jóvenes intérpretes, entre 18 y 26 años, de diferentes partes de Colombia, quienes ahora tienen la posibilidad de tocar un instrumento en una orquesta de formato sinfónico, con las exigencias de un ensamble profesional.
Con el paso de los años ha sido reconocido por ser el violinista que en cada concierto luce su impecable esmoquin negro con medias rojas. En su opinión, los colores tienen distintos largos de onda, lo que influye en las vibraciones de la música. “Es mi color favorito y me parece que con el rojo suena mejor el violín”, señala. Y aunque grabó algunos temas con Los Beatles como Eleanor Rigby, incluida en el álbum Revolver, no considera importante resaltar ese episodio de su carrera musical.
El presente de Carlos Villa es la formación de jóvenes. "Busco que cada día sean más creativos, disciplinados y responsables con la creación de nueva música. En este momento, en el que Colombia piensa en la paz, veo una magnifica oportunidad para que los jóvenes se puedan concentrar en la artes y la cultura, y desde allí contribuir al posconflicto, a la felicidad y a la estabilidad del país”, concluye.
Convocatoria: Premio Vida y Obra