La localidad de Bosa, es un territorio rico en diversidad cultural, desde sus ancestros los Muiscas quienes dejaron una herencia cargada de leyendas, mitos, lengua, arte medicina tradicional, pasando por los campesinos con sus tradiciones sus prácticas agropecuarias, como la siembra de hortalizas, la elaboración de quesos artesanales y otros productos representativos de la cultura campesina, hasta la llegada de nuevos habitantes de diferentes partes del país, primero de los departamentos de Boyacá, Tolima, y municipios de Cundinamarca, luego otros grupos poblacionales, comunidades indígenas como los Kichwas provenientes del vecino país del Ecuador, los hermanos Inga del Putumayo, y los Cipri Calarcá Pijaos del departamento del Tolima, quizás otras comunidades indígenas están en este territorio pero los más visibles son los anteriormente mencionados, ellos traen sus tradiciones, su cosmogonía compartiéndola y conviviendo con los lugareños de estas tierras Bosunas. Las Comunidades afro, también hacen su aporte significativo a la riqueza y diversidad cultural, su gastronomía, música, danza, tradiciones religiosas, así como su gran conocimiento en la medicina ancestral.
De otra parte, la localidad ha sido nutrida con otras poblaciones, como los niños, niñas adolescentes y jóvenes que son un número significativo, muchos de ellos el arte y la cultura son cercanos a su proyecto de vida, se forman en las distintas disciplinas artísticas en los programas, proyectos que el sector cultura, como de las organizaciones, colectivos y agrupaciones que existen en la localidad ofertando formación artística pero también trabajando por la cohesión social y la construcción o reconstrucción del tejido social; algunos se inclinan por la música, muchos más por la danza y el teatro, de igual forma por las artes plásticas y audiovisuales, en los colegios tanto públicos como privados se fomenta el arte y la cultura como modo de ocupar el tiempo libre , pero también como la posibilidad de descubrir una vocación, un talento o un liderazgo artístico y cultural.
Los adultos mayores representan una población dinámica en la localidad, un sin número de grupos árticos y culturales, se reúnen semanalmente a practicar la danza, la música la literatura en casas, parques, salones comunales, para contagiar con sus expresiones artísticas, su saber y su experiencia la diversidad cultural de este territorio cercado por los ríos Tunjuelo y Bogotá.
Por todo lo que se ha descrito en los párrafos anteriores, la localidad de Bosa, merece una inversión gigante en infraestructura cultural, que le permita fortalecer los procesos que desarrolla con las distintas poblaciones que habitan en ella. Al mismo tiempo la circulación, la formación, investigación, apropiación dimensiones de la política cultural carecen de escenarios adecuados para su desarrollo, en esta localidad no existe una casa de la cultura, un teatro, o espacios dignos y adecuados para su práctica. En los últimos años la inversión ha estado dirigida a la construcción de mega colegios, pero no para escenarios culturales que ayuden a mejorar la seguridad y la convivencia en el territorio. Los escenarios utilizados por nuestros artistas de las distintas poblaciones son parques, alamedas y uno que otro salón comunal. La carencia de infraestructura cultural ha generando estigmatización especialmente a los jóvenes quienes más se reúnen en los parques para su práctica deportiva o artística y son vistos con mucho perjuicio por vecinos y transeúntes a quienes cotidianamente se les persigue y saca de estos escenarios señalándolos de consumidores de sustancias sicoactivas y provocadores de riñas y robos, cuando la realidad es que se reúnen en los pocos espacios públicos para practicar arte cultura para la transformación social del territorio.
Por Omaira Albarracín Álvarez