Autor: Rafael Pombo - Bogotá. 1833
Bebiendo una gallina de un arroyuelo, a cada trago alzaba la vista al cielo, y con el pico, gracias daba a quien hizo licor tan rico.
-¿Qué es eso?
gruñó el puerco.
-¿Qué significa tan ridícula mueca?
-Nada, vecino.
La gratitud es griego para el cochino.
Pero no hay alma noble que no agradezca
Hasta una gota de agua fresca que se le ofrezca;
Y aun la gallina
Siente la inagotable bondad divina.
La gallina y el cerdo